Dos elementos esenciales de la música cristiana que honra a Dios

Con más de 750 referencias directas a la música en la Biblia, este no es un tema de poca importancia en las Escrituras.

He escrito antes sobre los propósitos bíblicos de la música, así como sobre la música y la adoración.

Sin embargo, a veces, en estudios o listas extensas, especialmente en un tema tan matizado como la música, perdemos las directivas bíblicas esenciales y directas.

Reúna a varios pastores y directores de música, y podría discutir durante mucho tiempo cuestiones relacionadas con la melodía, el ritmo, la síncopa, la asociación, la instrumentación y la influencia de la cultura en todo ello. (¡Y podría ser una discusión significativa y útil!)

Pero en todas las discusiones sobre la música, no debemos pasar por alto los dos elementos esenciales que Dios nos dio en uno de los pasajes más directos del Nuevo Testamento sobre el tema:

La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Colosenses 3:16

Lo que cantamos

Un estudio de Barna encontró que el enfoque en la música de la iglesia moderna a menudo no es proclamar la verdad sobre Dios o a Dios, sino más bien es el entretenimiento personal. «La mayoría de los miembros van a la iglesia para satisfacer o complacerse a sí mismos, no para honrar o complacer a Dios». Un porcentaje mucho mayor afirma que asiste a los servicios de culto para beneficio y placer personal que para adorar y conocer a Dios.

Sin embargo, cuando se trata de la música que Dios nos llama a usar como cristianos espirituales para enseñarnos y amonestarnos unos a otros, Él nos da tres categorías específicas.

Salmos

Esto se refiere a poner música a las Escrituras. Por supuesto, el propio libro de los Salmos era un cancionero para los judíos. Algunas de las canciones que cantamos en la iglesia tienen palabras directamente de la Escritura (a menudo de los Salmos), y algunas son canciones que están completamente compuestas de un verso o pasaje. La Palabra de Dios siempre exaltará y traerá alabanza al Señor Jesucristo.

Himnos

Los himnos son expresiones de alabanza a Dios por lo que Él es y lo que ha hecho. Se cree que algunas porciones del Nuevo Testamento como Colosenses 1:15-20 y Filipenses 2:6-11 fueron originalmente himnos cantados en la iglesia primitiva. Nuestros himnos modernos expresan la adoración a Dios.

Cantos Espirituales

La palabra griega para espiritual es pneumatika, que significa «del espíritu». Los cantos espirituales expresan en forma de canción el testimonio de lo que Dios ha hecho por nosotros. También sirven para amonestarnos y fortalecer nuestra fe cuando contienen verdadera doctrina de la Palabra de Dios. Por ejemplo, cuando cantamos una canción con una letra como «Salva al incrédulo, mira el peligro«, la canción nos amonesta a salvar almas del infierno compartiendo el evangelio con ellas. Cuando cantamos la letra «Hay en ellas mi gozo y luz bellas palabras de vida«, confirma lo que la Biblia enseña el poder de la palabra de Dios y de como Cristo se convierte en nuestro sosten y guia diario.

Comó cantamos

Cristianos que se preocupan por la música piadosa se detienen aquí: en determinar lo que debemos cantar.

El mismo versículo que nos dice lo que debemos cantar nos dice cómo debemos cantar: ¡con gracia en nuestros corazones para el Señor!

No sólo debemos tener el tipo correcto de canciones, sino que también debemos tener el espíritu correcto al cantarlas. ¡Ambos son importantes para el Señor!

Con gracia; La actitud en nuestra adoración debe ser una de gracia, nuestra respuesta a la Palabra de Dios y a la obra de Dios en nuestros corazones. Al Señor; La audiencia de nuestro canto debe ser el Señor mismo. Cuando el canto es generado por el Espíritu y centrado en la Biblia, siempre se enfocará en el Señor y para el Señor.

Ya que las Escrituras hablan mucho del tema de la música, deberíamos preocuparnos mucho por ella. Pero nuestro énfasis en ella debe estar donde está el énfasis de Dios…¡en Él!

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