El grito de la serpiente PDF: El verdadero origen del progresismo cristiano y cómo combatirlo.
La iglesia actual se enfrenta a un gran reto en relación con la doctrina y la práctica bíblica. Es fácil reconocer cómo los falsos movimientos de avivamiento y prosperidad engañan a la gente en nombre de Jesús.
Sin embargo, pocos se dan cuenta de que existe otra amenaza llamada «progresismo cristiano» o «iglesia emergente».
Es un movimiento de pensamiento o producto cultural que mezcla la doctrina cristiana con la filosofía secular y atrae a jóvenes y clérigos de todo el mundo.
Su lenguaje es heterodoxo y no tradicional, pero al mismo tiempo se inspira en ciertas tradiciones del cristianismo.
Cantantes, artistas, oradores y filósofos existencialistas se pasan el testigo para conducir a la Iglesia hacia un «cristianismo plenamente revolucionario».
Esto significa negar los principios básicos del Evangelio y alinear a la Iglesia con la cultura e ideología atea circundante.
Esta publicación proporciona las herramientas necesarias para reconocer y combatir eficazmente este mal. Porque la gloria de Dios no puede cambiarse por la gloria del hombre, y el mensaje de Jesús no puede buscarse en ningún otro lugar que en la infalible, inmortal e inspirada Palabra de Dios.
Distorsion de la verdad de la doctrina bíblica
La historia de la Iglesia cristiana se caracteriza por un asalto constante para oscurecer, distorsionar, diluir y disfrazar la verdad de Dios y hacerla potable bajo la apariencia de ser agua fresca, agua de manantial.
El modus operandi de Satanás es siempre infiltrarse en los creyentes por medios secretos y astutos, desde donde comienza paciente, constante e implacablemente su trabajo de engañar a los hijos de Dios.
Satanás, la antigua serpiente, es la fuente de todos los sofismas, que son todos los argumentos falsos y fingidos que pretenden ser verdaderos.
Satanás no se aparece a la Iglesia como se apareció a Adán y Eva, sino que lo hace como trabajó en la Iglesia primitiva para suprimirla desde dentro, a través de hombres malvados y herejes que se hacen pasar por cristianos y que atacan la suficiencia de la Biblia y las verdades básicas del Evangelio.
Sin embargo, la Iglesia dio a luz a defensores de la verdad, como Ireneo, Tertuliano, Clemente de Alejandría y Cipriano, a los que se les llama apologistas, que lucharon con tanto ahínco que estuvieron dispuestos a dar su vida por amor a Cristo.
La Iglesia actual está siendo atacada por un sofisma conocido como «progresismo cristiano» por aquellos que dicen ser «ungidos» y ser teólogos modernos que aportan brillo a la Iglesia.
Los falsos mesías intentan vender la idea de que la ortodoxia tradicional es vieja, anticuada e innecesaria para allanar el camino e introducir sus falacias bajo la apariencia de «amor y verdad».
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