El Peregrino Versión actualizada y con el texto completo de la PRIMERA PARTE de la obra inmortal de John Bunyan The Pilgrim’s Progress – El Progreso del Peregrino, en la que se ha preservando la integridad del texto original, manteniendo la calidad y valor literario de la versión española y respetando la magistral traducción poética de Carlos Araujo.
Su objetivo es acercar la obra alegórica de Bunyan bajo el símil de un sueño: El viaje de de Cristiano y Cristiana desde «Ciudad de Destrucción» a «Ciudad Celestial» a los lectores del siglo XXI. Una joya, no sólo de la literatura cristiana inglesa, sino de todas las lenguas.
Chapter One
Comienza el sueo del autor. Cristiano, convencido de su pecado, huye de la ira venidera, y es dirigido por Evangelista hacia Cristo.
Iba yo caminando por el desierto de este mundo, cuando de pronto llegu a un lugar donde haba una cueva; entr buscando refugio, cansado, y me qued dormido. All tuve este sueo …
Vi un hombre de pie, andrajoso, vuelto de espaldas a su casa. En sus hombros llevaba una carga que pareca bastante pesada. Al fijarme mejor en l, vi que abra un libro y lo lea, y que a medida que iba leyendo, se estremeca e incluso lloraba, hasta que no pudo ms y grit consternado: -Qu es lo que debo hacer?
En semejante estado, regres a su casa, intentando reprimirse para que su mujer y sus hijos no se dieran cuenta de su dolor. Pero como su mal iba en aumento, no pudo disimularlo ms y les dijo:
-Querida esposa, hijos mos: a pesar de lo mucho que os quiero, ya no puedo soportar por ms tiempo esta carga que llevo encima. Adems, s que nuestra ciudad ser abrasada por el fuego del cielo, y que a todos nos envolver la ms temible catstrofe si no encontramos la manera de escapar, cosa que yo solo no he podido hacer.
Sus familiares quedaron estupefactos al or aquello y creyeron que se haba vuelto loco o que estaba delirando. Como ya era tarde, lo acostaron esperando que el sueo y el reposo le despejaran la mente. Sin embargo, el pobre no consigui pegar ojo y pas la noche entera en vela, llorando y suspirando. A la maana siguiente, le preguntaron cmo se encontraba.
-Peor -respondi-. Es ms, mi mal crece por momentos.
Entonces empez a repetir los lamentos de la tarde anterior y sus familiares, en lugar de compadecerle, se burlaban de l y le rean, hasta que finalmente optaron por ignorarlo y dejarlo solo. De modo que, al pobre hombre, no le qued otra salida que encerrarse cuando poda en su habitacin para orar y llorar por ellos y por su desventura, o bien salir al campo y desahogar all, solo, sus penas.
En una de estas salidas al campo, mientras lea su libro desconsolado y desanimado, exclam angustiado de nuevo:
-«Qu debo hacer para ser salvo?». Mirando inquieto a una y otra parte, pareca buscar un camino por donde huir; aunque en realidad, permaneca inmvil, porque tampoco saba a dnde ir. En estas, vi que se le acercaba un hombre llamado Evangelista y le deca:
Evangelista. -Por qu lloras?
Cristiano, -que as se llamaba el tal hombre-, respondi:
Cristiano. -Vers, este libro que estoy leyendo, me dice que estoy condenado a morir y que despus, ser juzgado. Y yo no estoy preparado para morir ni mucho menos para el juicio.
Evangelista. -Pero, si tu vida es tan miserable como dices y est llena de tantos males, que ms te da morir?
Cristiano. -Pues porque temo que esta carga que llevo sobre mis espaldas har que me suma en lo ms hondo del sepulcro, y me arrastrar al Tofet. Y si no estoy dispuesto para ir a la crcel, an lo estoymenos para el juicio, y muchsimo menos para el tormento. Cmo no voy a llorar y a estremecerme ante semejante perspectiva?
Evangelista. -Entonces, por qu no tomas una decisin? Toma, lee.
Evangelista le dio un pergamino, en el que Cristiano ley:
«Huye de la ira venidera!».
-Adnde y por dnde he de huir? -pregunt Cristiano. Evangelista seal un campo muy espacioso y le dijo:
-Ves aquella puerta estrecha?7
Cristiano. -No.
Evangelista. -Ves all, lejos, el resplandor de una luz?8
Cristiano. -Ah!, s.
Evangelista. -No la pierdas de vista; ve derecho hacia ella, y hallars la puerta estrecha; llama, y all te dirn lo que has de hacer.
(Continues…)
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