Jesucristo: ¿Quién es? Descubriendo la verdad detrás de la figura más importante de la historia.
La Biblia nos presenta a Jesucristo como el Hijo de Dios, enviado al mundo para salvar a la humanidad del pecado y de la muerte. En Juan 3:16-17 leemos: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él».
Además, Jesucristo es descrito como el Mesías prometido en el Antiguo Testamento, quien cumplió las profecías y salvó a su pueblo. En Isaías 9:6-7 se profetiza sobre Él: «Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre».
Su vida y su Obra: ¿Por qué sigue siendo relevante hoy en día?
La vida y obra de Jesucristo siguen siendo relevantes hoy en día porque Él enseñó principios universales de amor, justicia y misericordia que siguen siendo aplicables en la sociedad actual. Además, Jesucristo es el único camino para la salvación y la vida eterna, como lo dice Juan 14:6: «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí». A través de su muerte y resurrección, Jesucristo nos ofreció la salvación y nos reconcilió con Dios. En Romanos 5:8 leemos: «Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros»
Jesucristo: El Mesías prometido en el Antiguo Testamento. ¿Qué dice la Biblia sobre Él?
La Biblia habla claramente sobre la identidad de Jesucristo como el Mesías prometido en el Antiguo Testamento. En Isaías 53:5-6 leemos: «Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros». Además, en Miqueas 5:2 se profetiza que el Mesías nacería en Belén: «Y tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y su origen es desde el principio, desde los días de la eternidad».
Su naturaleza divina ¿Cómo se revela en la Biblia y qué significa para los cristianos?
La naturaleza divina de Jesucristo se revela en la Biblia en varios pasajes. En Juan 1:1-2 se dice: «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios». Además, Jesucristo se identifica a sí mismo como el Hijo de Dios en Juan 10:36: «¿A aquel a quien el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?». La naturaleza divina de Jesucristo significa que Él es Dios encarnado, quien vino a la tierra para salvar a la humanidad del pecado y la muerte.
En Filipenses 2:5-8 se describe su humildad al tomar forma humana: «Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz».
Jesucristo y la salvación: ¿Cómo nos puede ayudar a tener una vida plena y significativa?
Jesucristo es el único camino para la salvación y la vida plena y significativa. En Juan 10:10, Jesús dice: «El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia». La salvación a través de Jesucristo nos libera del pecado y nos da la oportunidad de tener una relación cercana con Dios.
En Efesios 2:8-9 se dice: «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe». La vida plena y significativa que Jesucristo ofrece se logra al seguir sus enseñanzas y vivir según sus principios de amor, justicia y misericordia. En Juan 15:5, Jesús dice: «Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer».
Conclusión
En conclusión, Jesucristo es una figura central en la fe cristiana y en la historia de la humanidad. La Biblia nos presenta a Jesucristo como el Hijo de Dios, el Mesías prometido en el Antiguo Testamento, la encarnación de Dios en la tierra y el único camino hacia la salvación y la vida plena y significativa. La vida y obra de Jesucristo siguen siendo relevantes hoy en día porque Él enseñó principios universales de amor, justicia y misericordia que siguen siendo aplicables en la sociedad actual.
Los cinco puntos que presentamos anteriormente nos ayudan a entender quién es Jesucristo y cómo podemos tener una relación cercana con Él. La adoración nos ayuda a reconocer que Dios es el centro de nuestra vida y que debemos ponerlo en el primer lugar. La confesión nos ayuda a mantener nuestro corazón limpio y a pedir perdón cuando fallamos. La acción de gracias nos ayuda a reconocer las bendiciones que Dios ha puesto en nuestra vida y agradecerle por ellas. La petición nos ayuda a pedirle a Dios por nuestras necesidades y las necesidades de los demás. Y la alabanza nos ayuda a exaltar a Dios y a reconocer su grandeza y su amor por nosotros.
En definitiva, conocer a Jesucristo es conocer el amor y la gracia de Dios hacia nosotros. Al seguir sus enseñanzas y vivir según sus principios, podemos tener una vida plena y significativa, y una relación cercana con nuestro Creador.
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