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Pacificadores

Pacificadores

Pacificadores, Como Pablo les recordó a los corintios, el conflicto también brinda una oportunidad para servir a otros. Esto suena absurdo desde una perspectiva mundana, porque el mundo dice: “Preocúpate por lo primero de ti mismo”.

Pero Jesús dice: “Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan” Lucas 6:27, 28.

Claramente, no estamos liberados del mandamiento de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, aun cuando ese prójimo nos esté odiando, maldiciendo o maltratando.

En vez de reaccionar duramente o buscando venganza, Dios nos llama a ser misericordiosos con quienes nos ofenden, así como Él es misericordioso con nosotros Lucas 6:36.

No podemos servir a otros de esta forma, con nuestras propias fuerzas. Debemos inspirar continuamente la gracia de Dios a través del estudio de su Palabra, la oración, la adoración y la comunión cristiana, y luego espirar su amor, misericordia, perdón y sabiduría hacia los demás a través de nuestras palabras y acciones. Usted podrá hacerlo de varias formas.

En algunas situaciones, Dios podrá usarlo para ayudar a un oponente a entender los intereses de él o ella y encontrar mejores soluciones para sus problemas que los que la persona habría desarrollado por su cuenta Filipenses 2:3, 4.

Si usted sigue los principios de negociación descritos en el capítulo 11, a menudo podrá desarrollar formas creativas de satisfacer simultáneamente sus propias necesidades y las necesidades de su oponente.

En vez de dejar que el conflicto los enfrente, pueden aprender a trabajar juntos contra un problema común.

En otros casos, el Señor podría darle una oportunidad para llevar las cargas de su oponente proveyendo para sus necesidades espirituales, emocionales o materiales Gálatas 2:9, 10.

Podría ocurrir que su conflicto tiene poco que ver con verdaderas diferencias entre ambos y mucho con otros problemas en la vida de su oponente.

Cuando las personas arremeten contra usted, a veces es un síntoma de otras frustraciones. Este comportamiento es especialmente frecuente en familias y relaciones estrechas.

En vez de reaccionar defensivamente, trate de discernir formas en que puede ayudar a los demás a tratar con esos problemas. Esto no significa que deba asumir las responsabilidades de ellos.

Más bien, debería ayudarlos a levantar aquellas cargas que están más allá de las capacidades de ellos. Este tipo de comportamiento trae gloria a Dios y podría ablandar el corazón de un oponente y abrir el camino para la reconciliación ver Romanos 12:20.

El Señor también podría usarlo para ayudar a otros a ver dónde se han equivocado y necesitan cambiar Gálatas 6:1, 2.

Como veremos más adelante, esto generalmente involucrará una corrección en privado. Si esto no funciona, Dios podría involucrar a otros en la iglesia para ayudar a producir el arrepentimiento y el cambio necesarios.

El conflicto también da oportunidades para alentar a otros a confiar en Jesucristo. …




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