parabolas de los talentos

Mateo en los capitulos 24-25 describe el corazón compasivo y amoroso del Señor, junto con su inquebrantable santidad. Estos pasajes de la Escritura, incluida la parábola de los talentos, comprenden las últimas advertencias, profecías y exhortaciones del Señor a su pueblo Israel antes de su partida.

Como su Señor, se marcha por tiempo indefinido, y les entrega la responsabilidad de cuidar de Su reino como administradores. La parábola de los talentos (Mateo 25:14-30) les recalca el peso de esa responsabilidad y las nefastas consecuencias de no entender y aplicar sus instrucciones. También hay un mensaje para toda la humanidad.

Explicación de la Parabola

Si los talentos fueran oro, el valor de lo que el señor confió a los mayordomos sería enorme, de millones de dólares. El Señor sólo utiliza el término «talentos», por lo que tenemos que hacer algunas suposiciones, pero parece razonable suponer que el dueño de los talentos que viajaba a tierras lejanas era rico.

Confía su riqueza a tres hombres para que sean mayordomos. Uno recibe cinco talentos. Otro recibe dos talentos. El tercer mayordomo recibe un talento, cada uno de ellos una importante suma de dinero. A estos mayordomos se les confía la administración del dinero. Los mayordomos deben conocer la persona y el carácter del Señor.

El Señor espera que lo conozcan lo suficiente como para aplicar tanto el espíritu como la letra de Sus instrucciones. Aquellos que lo hacen son recompensados ricamente. Aquellos que no lo hacen son juzgados duramente. La cantidad dada es determinada por la habilidad de cada mayordomo.

Los primeros dos entienden el espiritu y la letra de las instrucciones del Senor y su caracter; ambos usan los medios de «comercio» para hacer una ganancia; ambos hacen un 100% de retorno.

El tercer mayordomo está motivado por el miedo y la desconfianza hacia el Señor, entierra el dinero en la tierra y devuelve la cantidad original. El mayordomo rentable es alabado, se le dan más responsabilidades y se le invita a participar en la alegría del Señor. El mayordomo indigno de confianza es reprendido, rechazado y castigado.

Aplicación de la Parabola

La aplicación de esta parábola debe entenderse en el contexto del mensaje de Mateo capítulos 24-25, que es ante todo un mensaje para el pueblo de Israel que viviría en los últimos días antes del regreso del Señor. La afirmación de Mateo 24:13, «Pero el que persevere hasta el fin se salvará», es importante: se trata del remanente creyente que recibirá las promesas del reino.

En Mateo 24:32-34, el Señor dice «Aprended la parábola de la higuera: cuando está tierna y echa sus hojas, sabéis que el verano está cerca; de la misma manera, cuando veáis todas estas cosas, sabréis que está cerca a la puerta. En verdad os digo que no pasará esta generación hasta que se cumplan todas estas cosas».

Estos son los que estarán vivos cuando vuelva el Señor, habiendo comprendido y creído en Él. Son palabras vívidas y pertinentes que pueden aplicarse al pueblo de Israel. Aquellos que crean en el Señor serán recompensados en su Reino, basándose en su buena administración de los recursos que el Señor les ha confiado. Aquellos que teman y no crean serán rechazados y juzgados.

Estas palabras también se aplican universalmente a toda la humanidad. Desde la creación de la humanidad, a cada individuo se le han confiado recursos de tiempo y riqueza material. Todo lo que tenemos viene de Dios y le pertenece.

Tenemos la responsabilidad de utilizar estos recursos para aumentar su valor. Además, como cristianos, tenemos el recurso más valioso de todos: la Palabra de Dios.

Conclusión de la Parabola de los talentos

Cuando confiamos en Él, lo entendemos y aplicamos Su Palabra como buenos mayordomos, nos convertimos en una bendición para los demás y el valor de lo que hacemos se multiplica. Somos responsables ante el Señor por cómo usamos sus recursos.

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